MES DE MAYO

Tradicionalmente el mes de Mayo es el mes que se dedica a las bodas, a las primeras comuniones y a la Virgen María. Recuerdo que una vez un alumno me hizo una pregunta de esas que dejan "pasmada" a la profe, me dijo: "¿Cuántas Vírgenes hay?", le expliqué que la Madre de Dios sólo podía ser una, la Virgen María, pero que los artistas la han representado de multitud de maneras y bajo diferentes advocaciones (nombres). Se puede comparar con las fotos que tenemos de nuestra madre en la Tierra, en unas aparece con abrigo, en otras con vestido de verano, en otras con pantalones, en bañador, etc. Bueno, superado ese punto, puedo comentaros alguna cosa más de Ella.

Lo primero que se puede decir es que fue una mujer de fe, es decir, que recorrió los caminos de la vida con las típicas características de la fe: oscuridad, confusión, miedo, interrogantes: "¿Cómo se enteró Herodes del nacimiento de este Niño?", "¿Por qué intenta aniquilarlo?", "¿Hasta cuándo tendremos que estar en Egipto?". Ante el Niño perdido en el Templo: "¿Lo encontraremos alguna vez?", "¿Y este desastre del Calvario, horror de horrores, qué significa esto, dónde está Dios?
Interrogantes, interrogantes, interrogantes, no es cierto que María lo supiera todo por revelaciones infusas. La colocaron tan lejos, allá en el cielo azul, coronada de estrellas, la luna bajo sus pies o rodeada de ángeles y arcángeles, visiones y revelaciones, como si se tratara de una semidiosa ... Mucha gente no siente simpatía por una mujer tan aureolada, mágica, tan distante de nuestra pobre naturaleza humana ...Pues hay que decir desde el primer momento que la Madre de Jesús no fue nada de eso.





Fue una mujer humilde de un pueblo subdesarrollado, madre de un obrero y mujer de un obrero, que acarreaba agua de una fuente, que cuidaba animales, que cortaba ramas y cargaba con ellas ... Nunca fue una princesa de manos delicadas, no va por ahí la grandeza de la Virgen. Fue una servidora a la que no se le dieron hechas las cosas. Hizo el camino de la vida como cualquiera entre las confusas contrariedades de la vida. María aparece en los Evangelios guardando cuidadosamente los acontecimientos y las palabras y luego dándole vueltas en su cabeza, meditando en su corazón, buscando a Dios entre silencio, penumbra y oscuridades. No entiende al Arcángel Gabriel en la anunciación, pero dice: "HÁGASE".





No entiende la respuesta misteriosa de Jesús adolescente cuando le encuentra en el templo tras buscarle tres días. En medio de la tragedia del Calvario, María podía decir entre desmayos y llantos: "Me dijiste que sería grande, que su Reino no tendría fin, ... Tengo todos los motivos para pensar que yo siempre fui una víctima de mis propias alucinaciones. Todo es horror", en cambio según las palabras del Evangelio según Juan: "Junto a la Cruz de Jesús estaba de pie su Madre". En medio de la furiosa confabulación de todos los miserables de la Tierra, supo mantener en alto la antorcha de la fe. Por todo eso, se puede presentar María como esa que recorrió esos caminos de noches oscuras y sin estrellas y que sin embargo creyó en la luz, Modelo de quien busca y camina.